Los extranjeros elevan en casi 120.000 millones su inversión en deuda española desde 2022
Madrid, 29 oct (.).- El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha destacado este martes “la fuerte entrada” de extranjeros en la deuda española, ya que desde el último trimestre de 2022, han elevado en casi 120.000 millones de euros su inversión en bonos del Tesoro.
Un hecho que “muestra la confianza” de estos inversores en la economía española, ha dicho Cuerpo, quien asimismo ha puesto en valor el impacto positivo que está teniendo la progresiva bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), lo que ha permitido una reducción de los costes de emisión del Tesoro en unos 100 puntos básicos.
Así lo ha puesto de manifiesto Cuerpo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en el que ha presentado la Memoria de Financiación del Tesoro correspondiente a 2023, paso previo a su remisión a las Cortes.
Tal y como ha recordado, en 2023, la emisión neta de deuda se redujo en 5.000 millones de euros, hasta los 65.000 millones, mientras que en este 2024 se recortó hasta los 55.000 millones de euros, la mitad de lo emitido en 2020.
Una reducción que se ha visto favorecida por la positiva evolución de la economía y del déficit público, según ha manifestado Cuerpo, quien además ha destacado que en los últimos cinco años el Tesoro ha hecho un importante esfuerzo por alargar la vida media de la cartera de deuda, que actualmente se sitúa en torno a los ocho años.
Asimismo, ha puesto en valor que el coste de la deuda en circulación apenas se incrementó 45 puntos básicos en 2023 respecto al mínimo de 2021, una décima parte de la subida de tipos que acometió el BCE.
Al respecto, ha precisado que la carga de intereses se ha mantenido contenida como porcentaje del PIB y los ingresos públicos (en el 2,4 % en 2023), lo que refuerza la sostenibilidad de la deuda.
Por último, Cuerpo ha recordado que la política de emisión del Tesoro de los últimos años ha seguido un importe elemento de prudencia centrada en la deuda a medio y largo plazo, con una apuesta por aumentar la vida media de la cartera, que se mantiene en esos ocho años.