La apuesta por Europa pasa por China
El tratamiento que los bancos centrales han llevado a cabo de manera coordinada contra la inflación ha dado sus frutos. El crecimiento de los precios, tanto en EE.UU como en Europa, se acercan a los objetivos qué han marcado sus autoridades monetarias. Pero, estamos asistiendo a una reacción de los efectos secundarios de manera diferente en ambas economías.
Mientras que en EE.UU. el último dato de creación de empleo, que superó las expectativas, garantiza un aterrizaje suave de su economía, la locomotora del viejo continente ya asume un año 2024 en contracción económica (ya sería el segundo consecutivo). El ministerio de economía germano apuntan a que el PIB alemán se contraerá un 0,2% este año frente a una anterior previsión de crecimiento del 0,3%.
Esto va a suponer un ritmo diferente en el ajuste en la bajada de los tipos en ambas economías, medidas fiscales de diferente intensidad y con alta probabilidad diferentes medidas en comercio y relaciones internacionales.Todo esto supondrá implicaciones para la inversión que deberíamos tener en cuenta y que indicaré más adelante.
Afortunadamente, para determinados sectores económicos de Europa, los responsables políticos de China han anunciado un agresivo paquete de medidas de estímulo de su economía incluyendo medidas monetarias y fiscales. Aunque hasta ahora los estímulos monetarios en China no ha tenido un grán resultado, en esta ocasión, la actuación coordinada con medidas fiscales para aumentar la demanda pueden ayudar a apuntalar el crecimiento el gigante asiatico y por extensión el aumento de las importaciones desde Europa.
Hay determinados sectores europeo muy correlacionados con el crecimiento chino como son los automóviles, el consumo discrecional y el lujo. Las valoraciones en bolsa de esté último ya se vieron impulsadas en cuanto se conocieron las intenciones de las autoridades chinas. (Ver gráfico)
Esto demuestra el delicado equilibrio que debe mantener Europa en sus relaciones comerciales con China dado el momento que estamos viviendo. La necesidad de evitar la recesión en el viejo continente le puede llevar a reevaluar sus políticas arancelarias sobre los vehículos eléctricos chinos, así cómo a reevaluar sus alianzas comerciales.
Todo lo comentado tiene implicaciones para la inversión. En primer lugar, un mayor ritmo de bajadas de tipos en la zona Euro favorece la revalorización del dólar. Podemos asistir los próximos meses a una revalorización del billete verde, lo que aconseja posicionamientos en dólares. En segundo lugar, es de esperar una mayor revalorización en los bonos del viejo continente. Por lo tanto, en renta fija es mejor mantener deuda y bonos europeos durante los próximos meses. En tercer lugar, deberemos ser selectivos en la renta variable europea. Si bien una bajada más agresiva favorece a la bolsa europea de manera general, debemos centrarnos en aquellos segmentos que tienen más recorrido y más se benefician de los tipos bajos, como pueden ser las Small Caps europeas. Si se agudiza la recesión las compañías en general verán reducir sus beneficios, por lo que conviene esta selección. Y en cuarto lugar, no olvidar el impacto de las medidas de estímulo china y apostar por compañías de lujo europeas, incluidos los fabricantes de vehículos premium europeos que se beneficiarán de un aumento de la demanda en China.